Aprende qué te pasa

1

SOLICITA TU 1ª CITA

2

VALORACIÓN GRATUITA

3

¡COMENZAMOS!

4

SEGUIMIENTO

5

OBJETIVOS ¡OK!

¿Quieres adelgazar?

¿Las soluciones que has probado no dieron el resultado que esperabas?

Cuándo te miras al espejo o te pruebas ropa, ¿estás feliz con lo que ves?

¿Has llegado a un punto en el que está afectando a tu salud, tu calidad de vida? Incluso, ¿tu autoestima?

¿Te has planteado hacerte una intervención quirúrgica? O ¿acceder a técnicas invasivas como balones intragastricos…?

¿Has tomado medicación por recomendación de médicos?

En Clínicas Cisé ayudamos todos los días a personas a mejorar su físico y su calidad de vida

Sobrepeso y Obesidad

El sobrepeso y la obesidad fueron declarados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como epidemia mundial. 

Por suerte, éstas son una situación con posibilidad de mejora.

¿Perder Peso?

La obesidad es una enfermedad. Consiste en tener una un alto acúmulo de grasa corporal. Es un problema que transciende el inconveniente estético para convertirse directamente en un riesgo para nuestra salud y calidad de vida. Aumenta las posibilidades de padecer otras enfermedades y problemas serios como presión arterial alta, diabetes, problemas cardiacos y ciertos tipos de cáncer. 

Este es un hecho complejo que va más allá de la estética. Hablamos de un problema que afecta directamente a nuestra salud y que aumenta el riesgo de padecer enfermedades serias como diabetes, presión arterial alta, ciertos tipos de cáncer y problemas cardiacos. 

Merma directamente la calidad y el tipo de vida que puede llevar la persona. Sin embargo, existen posibilidades eficaces y de alta eficacia para bajar de peso de un modo correcto y sin pasar por quirófano. 

La obesidad es reconocida como enfermedad crónica (peligrosa o altamente peligrosa) o trastorno, mientras que el sobrepeso es un factor de riesgo a controlar. Una condición que puede derivar en obesidad pero que no ha alcanzado el grado como para ser considerara todavía como trastorno. 

Aunque es habitual que ambos conceptos se empleen como sinónimos, ya que los dos reflejan un exceso de grasa corporal por encima de lo saludable, no son exactamente lo mismo. 

En función del grado de grasa que acumulemos, nuestra situación será considerada como obesidad o como sobrepeso.

A nosotros, nos llama la atención que en la mayoría de ámbitos se siga empleando el Índice de Masa Corporal (IMC) como medida para diferenciar y evaluar el nivel de grasa corporal o de sobrepeso de la persona. 

En Clínicas Cisé nos gusta ser rigurosos y, por ello, hacemos uso de técnicas evaluativas más precisas, coherentes y avanzadas. Sin ellas, no podremos tener un correcto seguimiento y evaluación de la progresión de la persona a lo largo del tiempo que está con nosotros. 

Aún nos sorprende que ciertos profesionales y lugares empleen técnicas que por la comunidad científica hace años se establecieron como obsoletas o inexactas.

¿Cuál es tu grado de Sobrepeso u Obesidad?

A partir de la cantidad de grasa que acumulamos, establecemos diferentes niveles:

Consejos Cisé

Es posible tomar medidas para prevenir y reducir el sobrepeso y la obesidad. Varias de ellas ya son sabidas por todos.  

  • Haz ejercicio físico, haz deporte. Éste ejercicio debe ser realizado regularmente, de un modo adecuado y enfocado a mejorar tu situación. En general el ejercicio es bueno pero también podemos realizar ciertas prácticas, por desconocimiento, que pueden no ser tan beneficiosas como pensamos.
  • Alimentación saludable. Y no solo saludable, sino adecuada para ti y que sea una dieta equilibrada. Todo ello será clave para que cualquier programa de control del peso tenga continuidad y éxito a largo plazo. Hay que reducir alcohol, dulces, refrescos y comidas procesadas como primeras premisas.
  • Evita los excesos y las “trampas emocionales”. Existen patrones de conducta y hábitos que se repiten en un gran número de personas con sobrepeso y obesidad. Controlar la ansiedad por comer, el estrés y saber identificar los diferentes tipos de hambre que experimentamos pueden ayudarnos a ello.
  • Sé constante (ten paciencia). De poco sirven los procesos express si no tienen una estrategia, un por qué y, sobretodo, una duración en el tiempo. Siempre dentro de pautas saludables, debemos de buscar una continuidad que termine forjando hábitos de alimentación correctos.
  • Sé consciente. La obesidad es una circunstancia que puede mejorarse pero requiere de un compromiso y en muchas ocasiones de la ayuda de especialistas que te ayuden, motiven y guíen en el proceso. Pero para ello, el primer paso es ser conscientes y realistas con la situación que presentas y los tiempos y posibilidades que existen de evolución.

Diferentes tipos de Obesidad

Dentro de la situación de obesidad, se diferencian diferentes tipos de ésta, en función de cómo se reparte o acumula en nuestro cuerpo.

Siendo la medida de cintura y cadera nuestros referentes, existen las siguientes tipologías de obesidad:

  • Obesidad Androide (forma de manzana): Es la obesidad central, con mayor exceso de grasa en la zona de abdomen. Aunque también se puede apreciar en zonas como cara, cuello, espalda y pecho. Es considerada como la obesidad más problemática o grave puesto que es la que presenta mayores índices de problemas vinculados como la diabetes, dislipemimas y riesgos cardiovasculares. 
  • Obesidad Ginoide o periférica (aquella que tiene forma de pera): la grasa se acumula bajo la cintura, principalmente en caderas, glúteos y muslos. Suele presentar problemas asociados como mala circulación y varices, y/o problemas articulares como la artrosis de rodilla.
  • Obesidad Homogénea: en esta, la grasa se reparte de un modo amplio y uniforme por todo el cuerpo. No se percibe que haya zonas de mayor acúmulo de grasa que otras.

¿Por qué se produce el acúmulo de grasa?

Estos son los factores más relevantes para que presentemos una situación de sobrepeso y obesidad.

Nuestro origen

  • Herencia. Nuestra herencia genética afecta de un modo importante a la cantidad de grasa que se almacena en el cuerpo y también en cómo y dónde ésta se va a distribuir. Igualmente, también heredamos nuestra capacidad para convertir los alimentos en energía, el modo en que nuestro cuerpo regula el apetito y la capacidad para quemar calorías durante la práctica física o deporte. 
  • Influencia de hábitos, familiar y de entorno. En muchas ocasiones la obesidad y sobrepeso se extiende a varios familiares o incluso todo el núcleo familiar. Esto se debe también a los hábitos inadecuados de alimentación (alimentos y formas de cocinado) y al empleo similar del tiempo de ocio. 
  • Factores ambientales en tempranas edades. Hay factores sobre los que no tenemos capacidad de acción pues se producen en periodos precoces de nuestra vida. El bajo peso neonatal para la edad gestacional e incluso la lactancia artificial parece que pueden influir en nuestra facilidad posterior para el aumento de peso. 
  • Factores ambientales en nuestra niñez. Si hemos tenido sobrepeso u obesidad durante nuestra infancia o adolescencia, disponemos de mayor predisposición y facilidad para adquirir peso en la edad adulta. De ahí vino que creásemos el denominado Método Cisé Junior.

Hábitos diarios

  • Dieta poco saludable. El exceso de calorías que ingerimos debido a la comida rápida, comidas precocinadas, bebidas muy calóricas, uso de salsas diversas, cantidades muy grandes y la cada vez menor apuesta por frutas, verduras y alimentos sin procesado contribuyen al sobrepeso y obesidad.  
  • Bebidas calóricas. Las denominadas calorías líquidas son, en muchas ocasiones, una razón importante del sobrepeso y obesidad que sufren parte de la población mundial. Los refrescos azucarados y el alcohol nos permiten ingerir gran cantidad de calorías sin sentirnos saciados, de un modo relativamente económico y sin ser conscientes de ello. 
  • Sedentarismo. Las comodidades de nuestra era y la pasividad e inactividad son causantes claros del aumento de la grasa corporal. Cuando se consume más calorías diarias de las que quemamos, se produce un aumento de nuestro peso. Y los hábitos de ocio y ahora también de trabajo, con la incorporación del trabajo online y del teletrabajo incentivan esa inactividad contra la que debemos de combatir.

Fármacos y enfermedades

  • Enfermedades. Problemas médicos como el síndrome de Cushing, el síntoma de Prader-Willi, el hipotiroidismo u otros trastornos pueden ser causantes de obesidad. Así mismo, dolores y dificultades físicas como la artritis o los periodos de convalecencia diversos pueden derivar en un aumento considerable de nuestro peso. 
  • Medicación. Existen ciertos fármacos y sustancias que se ingieren para abordar problemáticas diversas y no relacionadas con el peso pero que pueden provocar (y provocan) como efecto secundario un aumento a tener en cuenta de nuestra grasa corporal, sobretodo, cuando no compensamos dicha reacción con la adecuada dieta y/o ejercicio físico.
  1. De este modo,  hay algunos fármacos con acción contra el sistema nervioso central, antidepresivos, medicamentos contra la diabetes, anticonvulsivos, antipsicóticos, esteroides y betabloqueantes que pueden estar relacionados con la aparición de la obesidad.

Entorno socioeconómico

  • El lugar donde vivas, las condiciones de infraestructuras, transporte y comodidades. Los aprendizajes que hayas recibido de cocina y hábitos o la posibilidad de acceso a alimentos más saludables. Y añadido a todo esto, el entorno que te acompaña influirá en tu realidad. Así, si tu grupo de amistades, pareja o familiares más cercanos tienen hábitos poco saludables y sufren de sobrepeso, por costumbres compartidas, opiniones e ideas que te transmitirán, tú corres más riesgos y posibilidad de también padecerlo. 
  1. Hay estudios que reflejan que si tu realidad socioeconómica es más baja, mayor será la posibilidad y prevalencia de padecer obesidad.

Edad

  • Envejecimiento general. El acúmulo excesivo de grasa pueden darse a cualquier edad. De hecho cada vez es más frecuente en niños de países desarrollados. Sin embargo, con los años de vida, se producen cambios hormonales y de hábitos que aumentan los riesgos de aumentar de peso. Con la vejez también se pierde musculatura (sarcopenia) y ello conduce a una disminución o ralentización de nuestro metabolismo.
  1. Todos estos cambios que experimentamos no siempre van de la mano de cambios en nuestros hábitos de nutrición (en lo que comemos y en la cantidad que comemos). Por eso, es normal que con el paso de los años ingiramos más calorías de las que consumimos. Se produce así un exceso calórico que acaba reflejándose en un aumento de peso. 
  • Menopausia. Un proceso natural de la vida por el que pasa la mujer y que provoca un cambio hormonal importante, que en muchas ocasiones produce un aumento del porcentaje de grasa corporal que acumulamos. Además, y para más inri, coincide con cambios propios del envejecimiento general que experimentan tanto hombres como mujeres.

Factores a tener muy en cuenta

  • Dejar el tabaco. Cuando una persona fumadora deja de fumar sube de media 5 kg de peso. Y en algunas personas pueden llegar a ser mucho más. No tiene por qué darse esta situación pero la realidad es que la ansiedad y estrés que genera este proceso es calmada (o sustituida) con la comida, picoteando e ingiriendo mayores cantidades. Aún así, el beneficio a medio plazo que genera el dejar de fumar merece marcadamente la pena.
  • Estrés y ansiedad. Son unos de los grandes condicionantes de la sociedad actual. Hay muchos factores que influyen en nuestro estado anímico y emocional. La frustración, nerviosismo, cabreo o incertidumbre afectan a nuestro bienestar emocional y también al físico. Y en muchas ocasiones una de las vías de escape que encontramos para combatirlo, son los alimentos ricos en calorías y picotear excesivamente.
  • Embarazo. Aumentar de peso en un proceso como el embarazo es habitual. Si bien, muchas mujeres no controlan esta subida y acaban adquiriendo más kilos de los que están establecidos como adecuados para un correcto desarrollo del feto. Posteriormente, las dificultades varias que se presentan en los primeros años de vida del bebe hacen que la mujer no preste la atención adecuada a esta recuperación del peso anterior y acabe estabilizándose (normalizando) en un nuevo peso mayor o mucho mayor al inicial (antes de comenzar el embarazo).
  • Descanso inadecuado. Dormir poco y/o mal, es muy perjudicial para el ser humano. Nuestro organismo sufre cambios hormonales que puede alterar los hábitos alimenticios y de apetito si descansamos mal o en insuficiencia. De igual modo, la alteración en el descanso deriva en una predilección por los alimentos ricos en carbohidratos y calorías que acabarán repercutiendo en nuestro peso. Es un hecho con mayor relevancia de lo que creemos. 
  • Microbioma. Nuestros intestinos están repletos de bacterias y algunas de ellas pueden verse afectadas por lo que estás ingiriendo. Es posible que convivamos con bacterias alteradas que contribuyen a que exista un desequilibrio de peso, facilitando la subida o incluso, dificultando la bajada del mismo. 
  • Excesivas pérdidas de peso e incorrectas. Si has experimentado a lo largo de tu vida una o varias bajadas importantes de peso y después subidas (recuperaciones que pueden derivar en una mayor aumento), el conocido como efecto yo-yo, esto puede producir una ralentización importante del metabolismo. Y con éste, dificultades para controlar tus niveles de grasa.

Quizás sientas que varios de estos factores están presentes en tu vida. No te preocupes, tenemos buenas y esperanzadoras noticias para ti. Desarrollar obesidad y sobrepeso es un proceso que en ocasiones, es relativamente fácil. Sin embargo, también existen opciones para contrarrestar la gran mayoría de factores que hemos mencionado. Podemos mejorar tu peso y composición corporal con las adecuadas acciones.

Problemas que producen los kilos de más

Como ya hemos hecho mención, la obesidad determina riesgos muy a tener en cuenta para la salud y, además, limita nuestras expectativas y calidad de vida. 

Las personas obesas tienen mayor probabilidad de presentar los siguientes problemas:

  • Enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares. El exceso de grasa está asociada a niveles de colesterol anormales y a la presión arterial alta (hipertensión), que son factores de riesgo para las enfermedades cardiacas y los eventos cerebrovasculares (ictus y derrames).
  • Ciertos tipos de cáncer. Está demostrado que la obesidad puede aumentar los casos de desarrollo de cáncer en útero, cuello uterino, endometrio, mama, ovarios, colon, recto, esófago, hígado, vesícula, páncreas, riñón y próstata.
  • Diabetes tipo 2. O glucosa alta en sangre. La manera en que nuestro cuerpo usa la insulina para controlar los niveles de azúcar en sangre puede verse afectada por la obesidad y sobrepeso. Los estudios reflejan que estos aumentan el riesgo de resistencia a la insulina.
  • Problemas ginecológicos y sexuales. La obesidad está asociada en muchas ocasiones a infertilidad y periodos menstruales irregulares en mujeres. Del mismo modo, también parece que puede afectar a la capacidad o función eréctil en hombres.
  • Problemas digestivos. El exceso de grasa aumenta la probabilidad de presentar acidez estomacal, peor digestión,  enfermedades a la vesícula y problemas de hígado.
  • Artrosis y lumbalgia. Estas son de las más comunes consecuencias del exceso de peso. Nuestras articulaciones deberán de soportar mayor estrés, mayor carga de peso y esto es normal que acabe produciendo inflamaciones y dolor articular, que puede cronificarse.
  • Apnea del sueño. Es más común en personas obesas. Nuestra respiración se detiene y vuelve a comenzar incluso repetidas veces durante el sueño. Provoca un mal descanso y falta de una oxigenación adecuada de nuestro organismo lo cual causa fatiga, somnolencia diurna y problemas de concentración y productividad.
  • Problemas de embarazo. Los médicos especialistas desaconsejan quedarse embarazada con niveles de grasa muy altos. Está demostrado que puede afectar al feto provocando malformaciones, entre otros problemas.
  • Mayor efecto de Covid-19. Las personas con obesidad contagiadas por coronavirus sufren estadísticamente mayores consecuencias graves que las personas con normopeso.
  • Depresión y falta de autoestima. El descontento con nuestra imagen unido al estigma social pueden afectar seriamente a la salud mental del obeso. Una situación que puede agravarse si no es abordada y tratada adecuadamente. En caso de jóvenes y niños puede suponer con mayor facilidad un problema determinante en la valoración de los niveles de felicidad de la persona.

Te podemos ayudar

En Clínicas Cisé tenemos diferentes opciones para ayudarte a reducir el volumen corporal y la hinchazón.

Cientos de personas ya han confiado en nosotros. Y los resultados obtenidos han sido un éxito.

Además del Método Cisé, disponemos de otros formatos que te pueden encajar.

Ponte en manos de nuestro equipo de profesionales

¡INICIA EL CAMBIO!

O rellena el siguiente formulario
y nosotros te contactamos

¡Gracias!

¡Gracias!

Nos pondremos en contacto contigo tan pronto nos sea posible.